Antes se creía que reaccionaban por reflejos;
hoy se sabe que sienten emociones y que tienen efectos benéficos sobre sus dueños
En los últimos 15 años, científicos de todo el mundo establecieron que los animales tienen un valor terapéutico. En Cambridge, Inglaterra, descubrieron que un mes después de "adoptar" un gato o un perro el dueño siente una "significativa" reducción en padecimientos menores.
El Instituto de Investigaciones Baker, de Melbourne, Australia, mostró que los beneficios para la salud son todavía más importantes. Un estudio en 6000 pacientes reveló que los que teñían mascotas tenían menor presión sanguínea, menores niveles de colesterol y menor riesgo de ataque cardíaco.
¡Guau! ¡Miau!
Durante la reunión en Budapest, más de 200 etólogos concluyeron que los perros, por ejemplo, tienen cierto sentido del bien y el mal que les permite "negociar" en el entorno social humano. El hecho de que un perro no "confunda" el juego con la lucha, por ejemplo, es un signo de que los animales de compañía cumplen reglas y espera lo mismo de los demás, como lo demostró el biólogo Marc Beckoff, de la Universidad de Colorado, en los EE.UU.
La doctora Akiko Takaoka, de la Universidad de Kyoto, en Japón, fue más allá al afirmar que las mascotas no sólo se pueden comunicar con nosotros a través del lenguaje corporal y gestual, sino que también pueden distinguir características propias del habla, como el tono, y hasta si la voz pertenece a un hombre o a una mujer.
A diferencia del ser humano, dijo, la mayoría de los animales poseen capacidades especiales para enfrentar problemas específicos y no pueden hacer generalizaciones. A la vez, entre los animales, hay matices que los diferencian: "La comprensión social de los perros es altamente sofisticada porque su entorno es el del ser humano -señaló el autor de Si los perros pudieran hablar -. Sienten empatía hacia nosotros; comprenden y aceptan reglas simples; nos pueden imitar y hasta pueden cooperar con nosotros".
Según un estudio realizado hace 25 años y muy citado aún, convivir con animales no sólo proporciona compañía, sino que también da seguridad y satisface la necesidad naturalmente humana de tener alguien a quien cuidar y que nos necesiten. Algunos especialistas consideran que las mascotas hacen más que las píldoras. Por ejemplo, un estudio japonés descubrió que los mayores de 65 años que tenían mascotas hacían un 30% menos de visitas al médico.
Los chicos con discapacidades mentales y físicas forman un vínculo particularmente intenso con los animales. Un descubrimiento sorprendente es que algunos perros pueden anticipar ataques epilépticos, aparentemente detectando cambios sutiles en sus dueños.
1 comentario:
La Dra. Graciela Berrastro, Medica Veterinaria Homeopata, me acerca por mail este valioso comentario:
No es la palabra directamente lo que ellos entienden, sino la intención con que fue emitida esa palabra u oración. Dependiendo de la intencionalidad se produce un cambio molecular en el agua corporal, como lo ha demostrado el Dr. Emoto en sus trabajos sobre Mensajes del agua.
Si la intencionalidad es buena reina la armonía, aunque la palabra sea ofensiva como “tontito” “loquito” “loco”.
Si la intencionalidad es mala produce desarmonía aunque solo se pronuncie “veni”.
¡Muchas Gracias!
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